El completo chileno: historia, gloria y mostaza

En Chile no se come hot dog, se come completo

Si hay algo que cruza clases sociales, regiones y generaciones en Chile, es el completo. No importa si vivís en La Pintana o en Vitacura, si ganai el mínimo o ganai en dólares: un completo siempre te va a hacer feliz. Y no, no le digai “hot dog”, porque eso es otra cosa. El completo chileno es más que un pan con salchicha: es una institución, un pedazo de historia con palta y mayo.

Acá te contamos la historia completísima del completo chileno, pa’ que la próxima vez que te comai uno, sepai que no estás comiendo un simple sánguche… estás comiéndote una leyenda nacional.

El hot dog que se volvió chileno

La historia comienza en la década de 1920, en pleno centro de Santiago. Chile ya se creía moderno, con tranvías, cine mudo, y caballeros con sombrero de copa. Fue en ese contexto cuando don Eduardo Bahamondes, un comerciante chileno que había viajado a Estados Unidos, trajo la idea del “hot dog”.

Inspirado en los carritos gringos, Bahamondes abrió un local llamado Quick Lunch Bahamondes, ubicado en calle Agustinas. El local ofrecía el hot dog clásico: salchicha y pan. Pero algo no cuadraba. Al chileno le faltaba “la cosa”. El hot dog era fome, seco, sin alma.

¿Y qué hizo don Eduardo? Lo más chileno posible: le echó tomate, palta y mayo. Y ahí nació el “completo”. Con más ingredientes, más cariño, más desorden… y mucho más sabor.

Así, sin querer queriendo, nació el sánguche que se iba a meter en el corazón del país.

La evolución del completo, o cómo el sánguche se convirtió en patrimonio callejero

El completo no se quedó en el centro de Santiago. Con los años se expandió como reggaetón en cumpleaños. Apareció en fuentes de soda, carritos callejeros, ferias, playas, estadios, universidades, carretes, funerales, matrimonios y donde se te ocurra. De hecho, hay gente que jura que ha comido completo hasta en el velorio de la tía.

Pero ojo, que no todo ha sido pan y salchicha. Hubo épocas duras: durante la dictadura, cuando escaseaban productos como la palta o la mayonesa casera, muchos completos se sirvieron «incompletos». Pero eso no detuvo su avance. El chileno lo arregla todo, incluso con mayo en bolsa.

Con la vuelta a la democracia, volvió la palta con todo. La industria del completo creció. Nacieron cadenas especializadas como Dominó, Doggis, El Portal, y cientos de locales chicos que siguen resistiendo con cariño y pan calentito.

Hoy, el completo es parte de la identidad cultural chilena, tanto como el terremoto del 18 o la queja constante por el Transantiago.

La palta, la mayo y el pan — los pilares de la patria

La palta

El completo chileno sin palta es como cueca sin pañuelo. En ningún otro país del mundo se pone palta en el hot dog como lo hacemos acá. Y no una capa flaca, no. ¡Una montaña de palta molida con cariño y con cuchara grande!

La mayonesa

Y qué decir de la mayo. En Chile no se perdona la mayo de tarro. En la fuente de soda de barrio la mayonesa es casera o no es. Si no te da miedo enfermarte un poquito por esa mayo recién batida, no estás comiendo completo de verdad.

El pan

El pan especial para completo es blandito, ligeramente dulce, y lo suficientemente grande para aguantar toda la fiesta de ingredientes sin romperse a la primera. A veces se usa frica, marraqueta o pan de completo artesanal. Pero siempre con respeto.

Tipos de completo pa’ todos los gustos y estómagos

1. Italiano

Tomate, palta y mayonesa. Se llama así por los colores de la bandera italiana. Pero el sabor es 100% chileno. Es el más vendido del país. Es como el reggaetón de los completos: todos lo comen, nadie lo niega.

2. Clásico o completo a secas

Chucrut, tomate y mayo. La versión que empezó todo. Más alemán que chileno, pero chileno al final.

3. Dinámico

Tomate, palta, chucrut, mayo y a veces cebolla o ají. El carreteado, el excesivo, el que mancha poleras sin culpa. No se llama “dinámico” por ser liviano, sino por ser una explosión de sabores y salsas.

4. A lo pobre

Salchicha, palta, tomate, mayo y… ¡huevo frito arriba! El mejor homenaje a la cocina chilena, combinando el clásico «bistec a lo pobre» con el completo.

5. Completo vegano

Para los hermanos sin carne. Salchicha de soya o seitán, con todos los toppings clásicos. Porque el respeto por el completo incluye a todos los chilenos.

6. El completo de feria

Generalmente más barato, con mayo en bolsa y salchicha hervida en agua con sabor a eternidad. ¿Es malo? ¡Para nada! Es parte del folclore.

Casos históricos del completo

  • El completo en La Moneda: Se cuenta que en los años 80, un ministro pidió completos para todo el gabinete durante una larga reunión. La historia nunca se confirmó, pero todos creemos que fue verdad.

  • Completo presidencial: Se rumorea que el presidente Lagos comía su completo con palta, sin mayo. Una herejía para algunos. Para otros, dignidad dietética.

  • Mundial de Brasil 2014: En las fondas improvisadas en Copacabana, los chilenos llevaron parrillas, banderas y… carritos de completo. Lo chileno se exporta hasta con bandera y cooler.

El completo en la cultura popular

En cualquier esquina de Chile hay una fuente de soda o carrito con completos. Es el almuerzo del apurado, la once del estudiante, el bajón del carreteado, el premio del trabajador. Hay completos en malls, ferias, playas, ferreterías y hasta en matrimonios. Si en Chile te ofrecen un completo, no se rechaza. ¡Es casi una ofensa decir que no!

Y lo más importante: es uno de los pocos alimentos que une a todo el país. Desde Arica hasta Punta Arenas, todos tenemos una historia con un completo.

Conclusión: ¿Y si lo declaramos patrimonio?

A ver. Tenemos un sánguche que está en todas partes, que alimenta a todo Chile, que se adapta, que emociona, que recuerda a la infancia, al carrete y al bajón. ¿Qué más falta?

Francia tiene el croissant. México tiene el taco. Argentina tiene el choripán. ¿Y Chile? Tiene el completo.

Entonces ahora te pregunto, pero primero te dejo esta idea para que la pienses con el estómago lleno:

¿No crees tú que el completo debería ser declarado oficialmente como el sándwich nacional de Chile?

Cuéntanos en los comentarios qué opinas. ¿Cuál es tu favorito? ¿Tienes una historia sabrosa con un completo? ¡Queremos leerte!

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